Una historia centenaria.
Escrita por joyeros de Biella.
DESDE 1886
JOYAS
ATEMPORALES.
Patek Philippe confía a Roberto Boglietti la tarea de diseñar un reloj para el público femenino: el Twenty 4 batirá todos los récords de ventas.
NUESTRA HISTORIA ES LA DE UN ARTE DE LA MANUFACTURA CON SÓLIDAS RAÍCES EN BIELLA.
Todo empezó en 1886, cuando Ottavio Cucco, tras una valiosa experiencia en la prestigiosa joyería Gramaglia de Turín, abrió su primera joyería de renombre en Biella, en el número 62 de Via Umberto. En poco tiempo, la tienda se convirtió en la joyería oficial de la ciudad, con Patek Philippe como marca insignia.
En 1882 nació su hijo Leonzio, que heredó el negocio de Ottavio Cucco a finales de la década de 1920. Se ocupó de continuar los pasos de su padre y de seguir escribiendo una historia de éxito con gran sensibilidad. En los años 30, la prestigiosa marca Patek Philippe se unió a Rolex: en aquella época, representar a dos marcas tan prestigiosas al mismo tiempo era algo que pocas personas podían hacer, tanto a escala nacional como internacional.
La tercera generación está representada por el matrimonio Albonico, una familia de origen milanés. Corría el año 1945 cuando Leonzio, al no tener hijos, decidió traspasar su puesto de joyero en Biella a Francesco, gran experto relojero, y a su esposa Teresina, hija de destacados joyeros de Milán.
La familia Albonico decidió trasladar la sede de la joyería al corazón de Biella, en Via Italia 11. Su negocio continuó hasta 1978, cuando, al no tener tampoco hijos, eligieron como sucesor de la prestigiosa joyería al entonces joven de 23 años Roberto Boglietti, hijo de Walter y nieto de Eden, orfebres y grabadores del más alto nivel y reconocidos por los expertos más entendidos del sector.
EL DISEÑO
DE BIELLA
EN EL MUNDO.
BOGLIETTI, UNA STORIA GIÀ SCRITTA
La de Roberto Boglietti es la historia de un destino que parecía ya estar escrito. En los años 70 trabajó en el taller familiar, donde pasó de observar a su padre y a su tío a desear emprender un proceso de creación. Roberto los contempla mientras graban, ordenan y dan vida a objetos de belleza ilimitada a partir de una placa desnuda y sencilla, con movimientos que parecen casi una danza fuera de la lógica del espacio y del tiempo.
La familia Boglietti lleva adelante con profesionalidad y dedicación lo que parece ser un oficio como cualquier otro. Sin embargo, Roberto supo discernir en aquellos movimientos espontáneos un arte sensible y encantador: así fue como empezó a dar sus primeros pasos en el mundo del diseño, mientras se divertía modificando y personalizando las pulseras de la tienda.
A finales de los años setenta, con solo 23 años, al igual que Ottavio Cucco, Roberto se convirtió en el último joyero de Biella y en el sucesor oficial de lo que hoy es un atelier sin igual, cuyo prestigio es reconocido en todo el mundo. Hoy en día, Boglietti es un auténtico templo del lujo: Patek Philippe, Rolex, Cartier, Dietrich, Fredrique Constant, IWC, Jaeger le Coultre, Longines, Pomellato, Tudor y otras marcas prestigiosas forman parte del alma de la histórica joyería de Biella.
Sin embargo, el verdadero punto de inflexión se produjo en la década de 1980, cuando la destreza artesanal de Roberto y su amor por el diseño se convirtieron en el elemento distintivo de Boglietti: sus creaciones son originales y atemporales y consolidaron la trayectoria del joyero desde un pequeño taller de Biella hasta un «atelier» de fama mundial. Hoy, Boglietti Design es la máxima expresión del estilo, la belleza inalterable en el tiempo y el puro deseo de creación inmanente.
Sus éxitos son innumerables: empezando por el reloj Ghost, diseñado para Kienzle en 1984, pasando por otras piezas originales como la Parure Collezione Rb (1985), el anillo Fedeltà (1988), el anillo Valentine (1994) y el famoso Twenty~4, un reloj diseñado por Roberto para Patek Philippe en 1997 y destinado al público femenino. Precisamente, esta creación batió en muy poco tiempo todos los récords de ventas y llevó a Roberto a crear también el reloj Calatrava en 1999.
Por último, no podemos olvidar la pulsera Due Cuori e una Capanna, realizada en 1999, y el anillo Famiglia, en 2000.
Actualmente, la firma de Roberto Boglietti forma parte de la historia del diseño mundial y su pasión ha llegado hasta Guglielmo Gaddi, presente y futuro del taller.
La tradición joyera de Biella sigue plenamente vigente.